
Bogotá / Tampa. La relación entre Colombia y Estados Unidos entró en un nuevo terreno de tensión después de que el presidente Gustavo Petro, durante una manifestación en Nueva York en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, instara a los soldados estadounidenses a “desobedecer las órdenes de Trump” y, en su lugar, “obedecer las órdenes de la humanidad”. La declaración generó inmediatas reacciones en Washington y, pocos días después, el Departamento de Estado confirmó la revocación de la visa del mandatario colombiano.
El hecho no solo tuvo repercusión política, sino que también ocupó titulares en medios internacionales, que informaron sobre un episodio considerado inusual en la diplomacia moderna: la sanción migratoria contra un jefe de Estado en ejercicio.
La intervención en Nueva York y su eco internacional
La primera reacción global se produjo al conocerse el discurso de Petro frente a manifestantes pro-palestinos en Nueva York. La cobertura internacional destacó el contexto en el que se dio el pronunciamiento: una protesta paralela a la Asamblea General de la ONU en la que también participaron figuras como el músico británico Roger Waters.
Agencias como Reuters informaron de manera inmediata sobre las palabras del mandatario, resaltando la invitación directa a la tropa estadounidense para desobedecer órdenes del expresidente Donald Trump, a quien Petro señaló como responsable de políticas bélicas y represivas. El reporte subrayó que el discurso se produjo en un escenario internacional y a las puertas del organismo multilateral más importante del mundo.
En diarios estadounidenses como The Washington Post y The New York Times, la noticia fue presentada con detalle de las frases empleadas por Petro, poniendo énfasis en lo inusual que resulta que un presidente latinoamericano haga un llamado de esa naturaleza desde territorio estadounidense. Por su parte, medios como CNN y NBC News replicaron el hecho con análisis de expertos en política exterior, quienes coincidieron en señalar el alcance diplomático que podría tener.
En América Latina, el discurso fue ampliamente cubierto por medios de referencia como El Tiempo en Colombia, Clarín en Argentina y El Universal en México. Las coberturas destacaron tanto el contenido de las palabras de Petro como la presencia de la comunidad migrante latinoamericana en la manifestación, que aplaudió el gesto del mandatario.
La respuesta de Estados Unidos: revocación de la visa
Días después, el Departamento de Estado confirmó que había revocado la visa del presidente colombiano. La medida fue presentada en comunicados oficiales como una respuesta directa a lo que Washington interpretó como un acto de injerencia inaceptable en asuntos internos y como un llamado a la desobediencia militar.
Los principales medios internacionales informaron sobre esta decisión. The Wall Street Journal la describió como una “medida sin precedentes recientes”, mientras que cadenas como BBC y Al Jazeera destacaron que la decisión estadounidense podría afectar la asistencia del mandatario a futuros eventos multilaterales celebrados en territorio norteamericano, incluida la sede de la ONU en Nueva York.
En Europa, diarios como El País de España y Le Monde de Francia presentaron la noticia resaltando la dimensión diplomática del hecho y lo calificaron como un episodio que tensará inevitablemente la relación entre Bogotá y Washington.
La reacción de Gustavo Petro
Tras conocerse la revocación de su visa, el presidente Gustavo Petro reaccionó inicialmente a través de sus redes sociales. En mensajes publicados en su cuenta de X (antes Twitter), afirmó que su postura se mantiene en defensa de los derechos humanos y cuestionó la manera en que Estados Unidos enfrenta el narcotráfico en el Caribe, señalando que las operaciones militares que hunden embarcaciones en aguas de Colombia y Venezuela no resuelven el problema de fondo.
En una entrevista posterior con BBC Mundo, Petro reiteró que sus declaraciones buscaban llamar la atención sobre lo que considera un modelo fallido de lucha contra las drogas y de intervenciones militares. El mandatario sostuvo que lo ocurrido con su visa no cambia su posición y que Colombia debe mantener una voz crítica en escenarios internacionales.
Reacciones en América Latina y el resto del mundo
En la región latinoamericana, gobiernos y sectores políticos expresaron posiciones divididas. Mientras en algunos países se interpretó la medida de Washington como una advertencia a los líderes que cuestionan sus políticas, en otros se consideró una acción que pone en entredicho la relación bilateral entre Estados Unidos y sus socios estratégicos.
En Venezuela y México, comentaristas políticos señalaron que la decisión contra Petro refuerza las tensiones históricas entre Washington y los gobiernos latinoamericanos que mantienen un discurso crítico hacia su política exterior.
En foros académicos y de opinión de Europa y América Latina, el debate se centró en los límites de la libertad de expresión de un presidente en ejercicio y en si Estados Unidos debe, o no, utilizar herramientas migratorias como sanción frente a declaraciones políticas.