Amazon, Trump y los aranceles: el incidente que no fue, pero dijo mucho

Por Andrea Vásquez Triana

El 29 de abril de 2025, un reporte de Punchbowl News agitó los titulares: Amazon supuestamente planeaba mostrar en su plataforma el valor específico de los aranceles de importación junto al precio de cada producto. El informe, basado en una fuente anónima, desató una rápida y molesta reacción del presidente Donald Trump. La administración entendió el posible cambio como una maniobra política disfrazada de transparencia, en abierta crítica a su política comercial. Pero, en cuestión de horas, Amazon desmintió la noticia.

¿Qué pasó en realidad? ¿Y por qué fue tan significativo un cambio que finalmente no ocurrió?

Una chispa que encendió los teléfonos

El rumor apuntaba a que Amazon haría visible el impacto de los aranceles, en lo que algunos interpretaron como una movida que responsabilizaría al gobierno por precios más altos. Desde la Casa Blanca, la respuesta fue inmediata: la medida era vista como un acto deliberado para politizar una plataforma comercial masiva.

El presidente Trump, según medios como Politico y Vanity Fair, reaccionó con rapidez y llamó personalmente a Jeff Bezos para manifestar su inconformidad. Fue una conversación directa, pero, a diferencia de episodios anteriores, sin choques públicos. De hecho, el resultado sorprendió: Trump elogió a Bezos tras la llamada, describiéndolo como «muy agradable».

La posición de Amazon

Tim Doyle, portavoz de Amazon, explicó en un comunicado a The Associated Press que la idea nunca pasó de ser una “consideración interna” limitada al servicio Haul, una tienda experimental de bajo costo de la compañía. “Nunca fue aprobada y no va a suceder”, aseguró. Así, la posible medida quedó descartada antes de que llegara a implementarse.

El nuevo tono Bezos-Trump

Este episodio tiene un trasfondo importante: el cambio en la relación entre Donald Trump y Jeff Bezos. Durante el primer mandato de Trump, los enfrentamientos fueron públicos y frecuentes, marcados por críticas a The Washington Post (propiedad de Bezos) y acusaciones de sesgo político. Pero desde el regreso de Trump al poder en 2025, el tono ha cambiado.

Bezos asistió a la investidura presidencial en enero, y The Washington Post evitó apoyar abiertamente a un candidato en las elecciones. Este giro a la moderación ha sido interpretado por algunos como una estrategia empresarial de neutralidad frente a un entorno político cada vez más impredecible.

Las voces críticas

No todos quedaron conformes. La senadora Elizabeth Warren preguntó públicamente si Bezos había recibido algún beneficio a cambio de “su sumisión”. Otros críticos, como The Wall Street Journal, lamentaron que Amazon haya retrocedido en una iniciativa que habría ayudado a los consumidores a comprender cómo los aranceles afectan sus bolsillos. Desde ese ángulo, la decisión de no mostrar los cargos adicionales fue vista como una oportunidad perdida en términos de transparencia.

Lo que queda claro

Este incidente, aunque breve, evidenció tres cosas:

  1. La sensibilidad política alrededor de cualquier señal que exponga los efectos económicos de decisiones de gobierno.
  2. El poder simbólico de Amazon como empresa capaz de influir, aun sin actuar.
  3. Una nueva etapa en la relación Trump-Bezos, marcada más por la diplomacia táctica que por el conflicto abierto.

En conclusión lo que comenzó como un potencial cambio en la presentación de precios en Amazon se convirtió en una historia de percepción, poder y cálculo estratégico. No hubo cambios en la plataforma, pero sí señales claras de que, en el segundo mandato de Donald Trump, el terreno entre política y negocios se está moviendo con cuidado.

Sin escándalo, sin ruptura aunque con algunos titulares explosivos, el caso dejó algo claro: a veces, lo más importante no es lo que ocurre, sino cómo se responde a lo que pudo haber pasado.


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