
Durante años, miles de solicitantes de visa a Estados Unidos recurrieron a una estrategia muy particular para acelerar sus entrevistas: agendar la cita en un tercer país. A esta práctica se le conocía en inglés como third-country visa processing y en muchos círculos informales en América Latina se hablaba del “turismo de visas”. La lógica era simple: si en Bogotá, Lima o Ciudad de México la espera para una cita era de más de un año, bastaba con viajar a un consulado en otro país con menos demanda para obtener la entrevista en cuestión de semanas.
Sin embargo, esa alternativa llegó a su fin. El Departamento de Estado de EE. UU. anunció en septiembre de 2025 nuevas directrices que obligan a los solicitantes a programar sus entrevistas únicamente en el país de nacionalidad o de residencia legal. Esto significa que ya no será posible “ir de compras” de citas a terceros países salvo en circunstancias muy excepcionales.
¿Qué era el “turismo de visas”?
El third-country visa processing surgió como una salida para quienes necesitaban con urgencia una visa de turista, de negocios, de estudiante o incluso de trabajo temporal. Como cada consulado estadounidense maneja su propio calendario de citas y la demanda varía según la región, los solicitantes empezaron a comparar tiempos de espera.
Por ejemplo, un colombiano podía encontrar que en Bogotá la cita más próxima era en 18 meses, pero en Santo Domingo (República Dominicana) o en Managua (Nicaragua) había espacio en menos de tres. Así nació el fenómeno del “turismo de visas”: viajar a otro país, no por turismo en sí, sino para intentar conseguir más rápido la aprobación consular.
Aunque no era ilegal, esta práctica tenía riesgos: las embajadas podían rechazar al solicitante si no acreditaba vínculos suficientes con el país desde donde pedía la cita. Aun así, se convirtió en una estrategia común en toda América Latina.
El cambio de política: septiembre de 2025
La nueva disposición del Departamento de Estado es clara:
- Visas no inmigrantes (NIV): desde septiembre de 2025, las entrevistas deben agendarse en el consulado del país de residencia o nacionalidad. Si se aplica como residente en un país, el solicitante debe demostrar residencia legal en ese territorio.
- Visas de inmigrante: desde noviembre de 2025, el National Visa Center programará las entrevistas siguiendo el mismo principio: en el país de residencia o, si el solicitante lo pide, en el de nacionalidad.
En ambos casos, las excepciones son mínimas: emergencias médicas, situaciones humanitarias, razones de política exterior o cuando el país del solicitante no tenga servicio consular activo.
Por qué se acabó el “turismo de visas”
El gobierno de EE. UU. justificó esta medida en tres grandes razones:
- Seguridad y verificación: al centralizar las entrevistas en la jurisdicción natural del solicitante, se facilita comprobar vínculos familiares, laborales y económicos.
- Carga administrativa equilibrada: evitar que consulados con menor demanda se saturen por solicitantes extranjeros que buscan atajos.
- Prevención de fraude: cerrar la puerta a redes que ofrecían vender citas rápidas en otros países sin cumplir con requisitos de residencia.
Qué implica para los solicitantes latinoamericanos
Para países como Colombia, México, Perú o República Dominicana, la medida tiene un impacto directo:
- Planificación más estricta: si el tiempo de espera en tu país es largo, no hay escapatoria: tendrás que pedir la cita ahí o probar tu residencia legal en otro país.
- Mayor preparación: ahora es indispensable reunir documentos de residencia si planeas aplicar fuera de tu país de nacionalidad.
- Adiós a las “soluciones exprés”: quienes invertían en viajar solo para adelantar la cita ya no tendrán esa opción.
La Embajada de EE. UU. en Colombia, por ejemplo, reitera en su portal oficial que todas las solicitudes de visa deben hacerse conforme a la jurisdicción del solicitante y que no se aceptan entrevistas de terceros países sin prueba de residencia.
Consejos prácticos bajo la nueva normativa
- Solicita con anticipación. Si sabes que necesitarás viajar a EE. UU., pide tu cita con varios meses (o incluso más de un año) de anticipación.
- Revisa con frecuencia el portal de citas. Algunas embajadas liberan cupos adicionales sin previo aviso.
- Evalúa la opción de cita urgente. Cada consulado ofrece mecanismos para emergencias, pero requieren pruebas documentales.
- Consulta solo fuentes oficiales. Evita gestores que prometen conseguirte cita en otro país: perderás tu dinero, ya que las tarifas consulares no son reembolsables.
Excepciones posibles
Aunque la norma es estricta, el Departamento de Estado reconoce situaciones excepcionales. Entre ellas:
- Emergencias médicas que requieran viaje inmediato a EE. UU.
- Casos humanitarios documentados.
- Política exterior (por ejemplo, funcionarios de organismos internacionales).
- Países sin servicios consulares activos, en cuyo caso se designa otro consulado como responsable.
Para los solicitantes, el mensaje es claro: solo se puede agendar la entrevista en tu país de residencia o nacionalidad. La mejor estrategia ahora es planificar con tiempo, preparar bien la documentación y seguir de cerca las actualizaciones en las páginas oficiales de cada consulado.
El cambio marca el final de una era en el procesamiento consular y obliga a los viajeros latinoamericanos a adaptarse a un sistema más centralizado y menos flexible.