El Huracán Milton, que tocó tierra en Florida como un ciclón de categoría 3, dejó por lo menos 8 personas muertas, 51 condados en emergencia, una suma aún incalculable de daños, millones de personas sin electricidad y esta causando estragos en la economía y las de los residentes afectados, especialmente en la costa oeste, desde New Port Ritchie, Tampa, Sarasota hasta Fort Myers y Naples. Aunque los vientos han disminuido, muchas comunidades aún enfrentan desafíos importantes, como inundaciones repentinas, vientos peligrosos y tornados en algunas áreas, además de la escasez de combustible, lo que ha complicado el retorno a la normalidad.
A pesar de que se está empezando a restablecer el suministro de energía y la vida comienza a «normalizarse», las autoridades siguen recomendando a los residentes tener mucha precaución. Hay lugares en los que se pueden presentar cortos circuitos, daños estructurales y hasta animales salvajes que se escoden en los escombros y que se convierten en un peligro latente.
Es importante que los afectados se mantengan informados a través de fuentes oficiales para acceder a las ayudas y tomar decisiones sobre cuándo es seguro regresar a sus viviendas. Las autoridades continúan monitoreando la situación y aconsejan a los residentes que prioricen su seguridad antes de regresar.
En términos de ayuda, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y la Cruz Roja están coordinando esfuerzos de asistencia, proporcionando refugio, alimentos y asistencia financiera para los damnificados. A nivel local, varias iglesias y organizaciones comunitarias también están habilitando albergues y distribuyendo recursos básicos a quienes se vieron obligados a evacuar.